PLANEACIÓN FINANCIERA EN PAREJA




Una descripción de lo que es una pareja fue expuesta hace más de dos mil años: “ya no son dos, sino uno solo”. Nosotros defendemos esta postura y creemos que en el área de la vida conyugal donde más se debe hacer real es en las finanzas.

Una vez que formamos un hogar, ya no debe existir más “tu plata” o “mi plata”, el 100% del dinero que recibe cada uno se debería poner a disposición del hogar. En ese sentido, ya no importa quién gana más o quien gana menos, ni quien trabaja o quién no.

Las formas para hacer este principio realidad en el aspecto financiero son muchas, pero consideramos que lo esencial lo podríamos resumir así:

1. Hacer un presupuesto periódico de los gastos entre ambos que no supere el 100% de los ingresos. “Presupuestar significa suponer antes. No es anotar todo lo que se gastó sino justamente lo contrario, es determinar en qué se van a gastar el dinero.” [Sebastián Golluscio].

En nuestro caso en particular, diseñamos un presupuesto mensual, donde ubicamos los gastos normales del hogar: Arriendo, mercado, servicios, transporte, comida. Adicionalmente, y no menos importante, agregamos ahorro y donaciones: muchos expertos recomiendan que como mínimo se presupueste para el ahorro el 10% y para las donaciones otro 10%.

Por otro lado, tenemos un ítem para imprevistos del hogar (temas de salud, daños, etc.), otro para utensilios para la casa (muebles, decoración, herramientas, etc.), y otro ítem para algo muy importante para las mujeres: gastos varios para ella (cremas, shampoo, maquillaje, etc.). Esto es así, porque aunque el presupuesto es en conjunto, se debe pensar en las necesidades particulares de quienes lo conforman.

Finalmente, cabe aclarar que los gastos de un presupuesto sano nunca deben sobrepasar los ingresos.

2. Definir un modelo de administración efectivo de los ingresos del hogar entre ambos. En muchos casos, la pareja establece a uno de los dos como administrador del 100% de los ingresos, en ese caso, se debería elegir al más ordenado, diligente y austero en las finanzas. En otros casos, cada uno administra una parte de esos ingresos. 

El modelo de administración no tiene que ser intocable, se pueden cambiar de acuerdo con la realidad que el hogar esté viviendo. Lo importante es que las responsabilidades queden definidas de manera estratégica entre ambos, es decir, por mutuo acuerdo.

Por nuestra parte, antes de casarnos, escuchamos muchos modelos financieros de amigos y familia, y leímos algunos artículos sobre el tema. A partir de esos insumos, definimos un modelo financiero para la realidad que estamos viviendo al escribir este artículo: ambos somos asalariados y no tenemos hijos.

De manera general, los dos administramos nuestros propios salarios y nos dividimos las obligaciones que definimos en el presupuesto. Uno paga el arriendo, servicios, mercado, salidas de ocio, mientras que el otro paga TV, internet, teléfono, gasolina del carro, imprevistos y gastos varios. Los ahorros, donaciones, transportes y almuerzos laborales los pagamos ambos.  

Para el seguimiento del presupuesto, usamos una tabla en Excel, la cual nos permite visualizar los montos definidos y utilizamos el sistema de sobres, que recomendamos para guardar el dinero de algunos temas que se deben tener en efectivo.

El sistema de sobres se usa para administrar el dinero en efectivo. Consiste en tener un sobre por cada ítem de gastos, etiquetarlo con el nombre del gasto y ubicar el dinero establecido en el presupuesto en cada uno de ellos. Por ejemplo, tomar un sobre, etiquetarlo como "Mercado" y escribir el valor mensual o quincenal que hayas definido en el presupuesto, y allí depositar la plata. Este sistema ayuda a que no se gaste dinero de una obligación en otros temas.

3. Establecer entre los dos un estilo de vida sin deudas sociales. “Las deudas que más nos afectan no son las financieras. El dinero es sólo el instrumento que nuestros prejuicios y temores usan para expresarse, y al final, revelan los secretos de nuestras verdaderas deudas” [Manuel Zárate]. 

En la sociedad de consumo en la que nos encontramos, las personas se endeudan no solo para suplir necesidades básicas, sino también, para cubrir otras necesidades más superficiales, asociadas al estatus o reconocimiento social, y a la llamada “autorrealización” [Pirámide de Maslow]. Las deudas financieras que tienen como propósito aparentar un tipo de estilo de vida ante los demás, son nocivas para un hogar, ya que les puede robar la felicidad de vivir con lo que tienen, los puede llevar a priorizar lo material sobre el amor y los puede dejar en la ruina.

No obstante, hay deudas financieras que tienen como propósito cubrir y mejorar aspectos importantes para un hogar, como la comodidad, el tiempo en familia, la seguridad, etc., y que por lo tanto, son deudas convenientes para la armonía de la familia.

Comentarios

  1. Muy bien.. Felicitaciones!!!!

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  2. Están muy atinados esos 3 aspectos. Quisiera resaltar:

    1. Haciendo el presupuesto así por escrito y ordenado se puede evidenciar cuánto dinero se está usando en cada área. Con lo que se pueden tomar decisiones de redistribución, disminución o aumento de las cantidades.

    2. El sistema de los sobres es muy acertado, y evita que se malgaste el efectivo por algún descuido, o momento feliz donde no se controla el gasto.

    3. Vivir sin deudas permite tener mucha tranquilidad. Y al momento de asumir un crédito necesario es prudente conversarlo en pareja y tratar de planearlo muy bien, para que no se convierta en una carga muy pesada.


    Felicitaciones por esta nota y este espacio. Nos ofrecen una oportunidad de conocer formas de vivir los temas de pareja y compararlos con los propios, en pro de mejorar.

    ¡Saludos!

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